¡Hello gente linda! He vuelto al blog para desearle feliz cumpleaños a Sonic! ¡Ya son 30, wow! Este año también se celebra el 20 aniversario de Sonic Adventure 2 de donde obtengo mucha de mi inspiración para el fanfic que escribí (y sigo escribiendo 😂). Tengo demasiadas buenas memorias con esta franquicia.
Hice un dibujito para conmemorar el evento y pues un pequeño one shot que se me ocurrió gracias al evento de Sonic Symphony que, sin mentirles me dejo llorando al principio y rockeando con Crush 40 al final. Ok, a ver si aún tengo el toque, ¡espero les guste!
Dibujo por mi - Thayvee |
¡Sonic, ya tienes 30 años! - One shot
Este one shot se desarrolla unos tres meses después que Shadow encuentra a Tristen en el desierto y luego de Tristen visitar a Rouge en el hospital. Tristen no esta en sus mejores condiciones, ella y Shadow no son pareja pero han vuelto a hablar. Shadow esta apoyandola mucho. Todo esto que acabo de contar es casi spoiler.
23 de junio
Tristen se preparaba para trabajar, pero para ser sincera, ella tenía muy pocas ganas de socializar, hoy tenía una importante reunión remota. Quería quedarse en su cama ese día.
—Amor?— Tristen escucho la puerta de su apartamento abrirse y la voz de su madre rebotar por el corredor que conectaba con su habitación. La eriza roja de púas negras como la noche entró a la habitación.
—Buenos días madre— hablo Tristen con la voz decaída mientras se aplicaba maquillaje.
—Ese color te queda bastante bien, ¿vas al cumpleaños de Sonic más tarde? Toda la ciudad va a estar presente.
Tristen soltó un pequeño resoplido antes de contestar.
—Dudo que me quieran allí. Y menos si hay cámaras alrededor.
—No digas eso...
—¿Y que quieres que diga madre? Es la verdad...
Camila se sentó en la cama de tamaño queen de su hija y entrecruzo los dedos de su mano. Tristen se aplicaba ahora algo de sombra negra levemente escarchada. La luz entraba a la vez que el día se iluminaba más.
—Tal vez si Shadow te acompaña no te molesten, mereces divertirte un poco.
—No va a pasar... no quiero que nadie sepa que "volví"— Tristen resopló nuevamente mientras se ponía máscara de pestañas —O lo que sea que signifique eso a estas alturas.
— Bueno piénsalo al menos... en algún momento deben saberlo. Te dejé unos panecillos que compré camino acá, estan deliciosos. Come por favor— Camila se acercó y le dio un beso en la frente a su hija. Segundos después la puerta del apartamento de Tristen se cerró. Hubo silencio por un minuto.
—Como si salir y presentarme en una fiesta de cumpleaños nacional para el héroe de este planeta en frente de cámaras y gente que me odia va a hacerme algún bien...
—Deberías escuchar a tu madre...
La paleta de maquillaje que estaba en el regazo de Tristen salió volando cuando se giró para enfrentar la voz conocida que le hablaba. Su rostro era un poema.
—¡Maldita sea Shadow, ¿cuántas veces te tengo que decir que no te aparezcas así?!
Una pequeña sonrisa se posó en los labios de Shadow. Le gustaba ver una emoción que no fuera tristeza en el rostro de Tristen, para variar. Y esa mañana se veía hermosa a sus ojos, pero no pensaba decirselo. Aún no tenía las agallas para decirlo.
—Ok disculpa.
—Ok dishculpa— dijo Tristen tratando de imitar la voz profunda de Shadow mientras guardaba la paleta y sus brochas de maquillaje. Se levantó y se alejó del espejo de cuerpo entero. Shadow se recostó en el borde de la puerta de la habitación mientras observaba a Tristen moverse de un lado a otro.
—En serio creo que deberías hacerle caso... salir un rato. Es una buena ocasión.
—No... no estoy lista.
—Lo sé...
—¿Entonces para que sugieres semejante idea?— Tristen se encontraba en frente del erizo negro. Como no llevaba tacones, tenía que subir muchísimo el rostro para encararlo.
—Por que algún día tendrás que hacerlo— le dijo, entregandole la bolsa de panecillos que Camila le había dejado en la cocina— No olvides comer...
Tristen guardo silencio sin dejar de ver a Shadow. Resopló agarrando la bolsa marrón y paso a su lado como un huracán. Agradecía todos los días que Shadow se quedara con ella durante el día pero odiaba cuando la presionaba. Lo odiaba por que siempre tenía razón.
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Las horas pasaban muy lento. Tristen podía escuchar a Shadow ir de un lado a otro en la cocina mientras ella estaba en frente de su monitor trabajando. ¿Acaso él no tenía algo mejor que hacer que andar de niñera? Aunque para ser sincera, amaba que él estuviese tan cerca.
—¿Iran esta noche a Seaside City? Dicen que las decoraciones cerca de la bahía son geniales.
Tristen despertó de su ensoñación, todos los integrantes de la reunión comenzaron a hablar del cumpleaños 30 de Sonic. De las bandas que tocarían en el concierto al aire libre y el show de fuegos artificiales, ya que el verano había empezado.
—¿Y si nos encontramos? Aún no conozco en persona a varios de aquí.
—¡Al fin veremos el rostro de Camila!— rió uno de los compañeros de trabajo de Tristen. Ella utilizaba el nombre de su madre para evitar ser reconocida, y nunca había activado la cámara durante una reunión.
—Si, tal vez— dijo algo cabizbaja Tristen mientras trataba de esconder su voz quebrada. Sus compañeros siguieron hablando con alegría. La eriza morada desactivo el micrófono y se desplomó sobre el escritorio en silencio. La reunión terminó sin ella percatarse.
Ella aún amaba ir de fiesta.
Ella aún amaba celebrar cumpleaños.
Ella aún amaba a sus antiguos amigos.
Pero ella no se amaba a sí misma.
No merecía divertirse.
No merecía que la reconocieran.
Y una hora paso. Y luego otra.
—Hora de cenar...
Sentir la mano de Shadow posarse sobre su hombro hizo que Tristen volviera en sí. ¿Cuánto tiempo había pasado? Levanto el rostro para encontrarse con los ojos rojos de Shadow que tanto amaba. Pero que no tenía agallas de decirle.
Shadow había escuchado toda la conversación y había visto como Tristen se encerraba en sí misma. Se sentía bastante mal de ver a Tristen así, pero guardo silencio hasta ese momento.
—¿No te gustaría cenar en otro lugar?
—No lo sé— respondió Tristen en un susurro.
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Luego de un destello de luz Tristen pudo sentir la fría y reconfortante brisa del mar. Abrió los ojos mientras Shadow pasaba a su lado. Estaban sobre una colina que daba a la bahía de Seaside City, donde se estaba presentando una de las bandas de rock para la fiesta de cumpleaños de Sonic. El tumúlto de pequeños animales divirtiendose a lo lejos hizo que Tristen respirara con calma.
La eriza morada miro a su izquierda cuando sintió que alguien se abalanzaba sobre ella con mucha rápidez.
—¡Me alegro muchísimo que estes aquí!— dijo Blaze mientras le daba un fuerte y reconfortante abrazo a Tristen, quién lo recibió alegremente. No veía a su mejor amiga desde el martes pasado —Shadow nos dijo a última hora pero logramos hacer algo...— la gata soltó a Tristen para girarse y gritarle a Shadow.
—¡Debiste decirnos antes!
El erizo negro de vetas rojas se encogió de hombros mientras se sentaba sobre el mantel de picnic y agarraba una botella de soda Sonic sabor menta.
—Me lucí en la cocina asi que disfruta— hablo Silver con una sonrisa, invitando a Tristen a acercarse. Un rico banquete lleno de golosinas y comida estaba sobre el mantel de picnic. El cielo lleno de globos azules se veía precioso ese atardecer. Blaze tomó la mano de Tristen mientras se acercaban.
Se sentó al lado de Shadow, aún seguía sorprendida mientras escuchaba a Blaze y Silver reír y servír la comida. Shadow miraba su teléfono holográfico y se lo pasó a Tristen.
Sonic se encontraba desde el otro lado de la pantalla con una enorme sonrisa. No se le podía escuchar bien pero su rostro se iluminó al ver a Tristen. ¿No la odiaba?
No veía a ese pendejo erizo azul desde que sucedió todo.
—¡Gracias por venir a mi fiesta de cumpleaños Tristen! Desde lejos pero, ¡estas aquí! Eso me alegra mucho.
—Feliz cumpleaños Sonic, ya estás viejo.
—¡Noooo, no tú diciendome eso también!
Tristen rió un poco mientras Sonic se tapaba el rostro de la vergüenza.
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Silver y Blaze abrazados, cantaban a todo pulmón las canciones. Los fuegos artificiales estallaban en el horizonte.
—¿Te estas divirtiendo?— pregunto Tristen, con las manos sobre el césped y moviendo los pies al ritmo de la música, viendo de reojo a Shadow. El erizo negro terminó de masticar el bocado de chilidog que había mordido y miró a la eriza de púas negras que le sonreía.
—Estas aquí conmigo contenta, asi que si...
Inmediatamente las mejillas de Tristen se tornaron rojas. Shadow tenía casi tres años que no la veía sonrojarse. Tenía tantas ganas de besarla en ese momento.
Y Tristen también tenía las mismas ganas.
Eso era bueno.
Tristen rió un poco mientras le daba un empujoncito al erizo de vetas rojas. Luego se unió al coro con Blaze y Silver.
Sonic ya estaba viejo.
Todos estaban viejos... viejos y felices por una noche.
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¡TADA! Espero les haya gustado este one shot que aún así forma parte de Moméntum 😂 ¡Espero no desaparecerme casi un año otra vez! ¡Feliz cumpleaños Sonic!
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